8.5.09


ñoño, ña

1. adj. Dicho de una cosa: Sosa, de poca sustancia.

2. adj. coloq. Dicho de una persona: Sumamente apocada y de corto ingenio.

3. adj. ant. Caduco, chocho.

23 comentarios:

  1. 4. M. Dicho de un actor, Edgar Vivar en Chespirito.

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  2. Bueno, prepárense para esta importantísima disertación. Vayan por tinto o algo.

    Antes de venirme a vivir a Bogotá para mí la palabra ñoño no era más que el nombre de un personaje de El chavo del 8. Eso era para mí, un nombre como decir Fernando, sin ningún significado; de esos que uno busca en el diccionario on-line y solo aparece: "la palabra fernando no está en el diccionario".

    Cuando llegué acá y empecé a estudiar en la universidad, la palabra ñoño me parecía un adjetivo asqueroso que utilizaban los rolos de élite para referirse a los "sapos" del semestre, a esa gente que en una clase de sábado a las siete de la mañana le recuerda al profesor que había quiz ese día. Y como siempre me las he dado un poco de no-gomela, pues me parecía una palabra horrorosa, que yo jamás utilizaría pasara lo que pasara.

    Con los años la cosa se empezó a complicar, porque me fui dando cuenta de que los bogotanos no usaban "ñoño" solamente para el sapo de la clase. No. Había algo más. Y la cosa me empezó a picar, porque cuando les preguntaba directamente qué era un ñoño, los rolos hacían cara de rolos y me decían: "No, es difícil de definir. Por ejemplo, ese man es ñoño". Esta respuesta era casi obligada, o señalaban a alguien o lo nombraban. Y los ejemplos siempre eran disímiles. Un ñoño podía ser un man nerd o simplemente estudioso; podía ser un man que a mí me parecía común y corriente, excepto por cosas que me molestaban (como que usara mocasines, por ejemplo), pero no estaba segura de si eso que a mí me molestaba era lo mismo que hacía al rolo llamarlo ñoño; podía ser un tipo callado; podía ser una persona a la que no le gustaba salir de rumba; podía ser un mariguanero que se creía genio y echaba loras infinitas y aburridísimas; podía ser alguien que no le inspirara absolutamente nada a uno; podía ser alguien tímido; podía ser alguien que le gustara mucho leer, la ingeniería de sistemas o la política. Un activista político, un filósofo o un biólogo podían también ser ñoños. O finalmente, podía ser una persona que combinara todos o algunos de estos elementos.

    Yo estaba cada vez más confundida y segura de la riqueza de esta palabra. Así que un día decidí dejar de preguntar y seguir mi vida como si nada.

    Siguieron pasando los años, ya llevaba siete viviendo en Bogotá cuando un día me sorprendí a mí misma diciendo: "qué man tan ñoño". El rolo o rola con que estaba hablando, ya no recuerdo, dijo: "sí, es reñoño". Ahí caí en cuenta: no solo había usado la palabra, sino que la había usado bien. Y todavía no sabía qué significaba. Maravilloso. Me enamoré de la palabra. Pero tengo que confesar que a pesar de fascinarme la manera como uno se apropia de las palabras, la maña de la precisión no me dejaba -ni me deja- en paz. Y las preguntas ¿qué putas es un ñoño?, ¿soy yo una ñoña? siguieron rondando mi cabeza de vez en cuando.

    Hoy estaba tomándome unas margaritas con un amigo ñoño (tal vez, no sabemos muy bien) y por alguna razón le conté de mi confusión con la palabra y en medio de la charla le dije: "voy a buscarla en el diccionario, pero no debe estar". Cuando llegué a mi casa, lo primero que hice fue buscarla y ¡oh sorpresa!, no solo existe sino que sus significados son variados y sugestivos.

    Primero, viene del latín nonnus, anciano, preceptor, ayo. Alguien viejo, alguien con costumbres de viejo. Eso tiene sentido. ¿De ayo o preceptor? También tiene sentido. Para un rolo alguien que enseña la gramática latina generalmente es un ñoño. Vamos bien.

    Ahora, "soso":

    1. adj. Que no tiene sal, o tiene poca.
    2. adj. Dicho de una persona, de una acción o de una palabra: Que carece de gracia y viveza.

    Que no tiene sal en los miaos, como diría una amiga mía. También encaja y es sinónimo de no tener gracia o viveza. Pero no abarca toda la riqueza de la palabra.

    Sigamos, "apocado":

    1. adj. De poco ánimo o espíritu.
    2. adj. Vil o de baja condición.

    Bien, la primera acepción encaja con la falta de sal en los miaos. La segunda ya me deja loca. ¿Vil? Tampoooco. Aunque no me sorprendería que algún rolo por ahí piense que sí, que efectivamente la gente vil es ñoña.

    Continuemos, "caduco":

    1. adj. decrépito (‖ sumamente viejo).
    2. adj. perecedero (‖ poco durable).
    3. adj. anticuado.

    Lo de decrépito y anticuado encaja con el origen latino que nos hace pensar en alguien con costumbres de viejito, excelente, vamos confirmando algo. Pero, ¿al fin qué?, ¿decrépito o poco durable? Ignoremos la segunda acepción: caprichos de la lengua.

    Por último pero no para terminar, "chocho":

    2. adj. coloq. Lelo de puro cariño.

    Ya sé que están pensando en el chocho de las mujeres (¿o soy yo la malpensada?), pero sobre esto hice un descubrimiento que quiero dejar para otra entrada. Pensemos mejor en la segunda acepción que cito acá: "lelo de puro cariño" (¿no es muy hermosa?).

    lelo

    1. adj. Fatuo, simple y como pasmado.

    fatuo

    2. adj. Lleno de presunción o vanidad infundada y ridícula.

    pasmado

    1. adj. Dicho de una persona: Alelada, absorta o distraída.

    Bien, "fatuo" y "pasmado" coinciden con el ejemplo que les di arriba del mariguanero megalómano, y simple con el de un man que no le inspira a uno nada.

    Aquí tengo que parar (se salvaron, porque no había más acepciones). Y concluyo que el origen latino de la palabra es el más significativo. Es decir, muchos ñoños tienen costumbres del común de los viejitos: se acuestan temprano, saben mucho o les interesa mucho algo, usan mocasines, son callados, absortos o meditabundos, anticuados o de poco ánimo.

    Hay excepciones, mi conclusión no los abarca a todos. Pero llegué a algo. Y ahora pienso: es viernes, son las once y media de la noche y yo estoy escribiendo una disertación sobre la palabra ñoño. ¿Puedo ser más ñoña? ¡Por eso era que no la entendía! El pez es el último en darse cuenta del agua, como dicen los mamertos ñoños.
    Pero debo aclarar algo para salvarme a mí y a la riqueza de la palabra: soy una ñoña, pero una ñoña con sal en los miaos.

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  3. Esa palabra parece un sinonimo de gueva.

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  4. Me quedo sonando lo del marihuanero. De mis compañeros de estudio solo habia un marihuanero, era muy bacano y muy charro. Lo recuerdo todo trabado estudiando, era buen estudiante, una vez le pidieron un trabajo prestado para copiarlo, el presto todo el trabajo menos las conclusiones, el dijo que las conclusiones eran una cosa muy personal.

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  5. Hola Angela, primera vez que paso por aquí por recomendación de Carola. ¡Bacano el blog! Sí da mucho tema te conversa. Perdón, ¿dónde le dicen chocho a la cuca? ¡Suena inmundo! Yo había oído chocha (¿centroamericana?) y pasé una hora pensando en sancocho, recocha, la laguna de la Cocha, todos antónimos de sexo para mí. Pido cancelar su uso, me mata la arrechera.

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  6. ¡Q'hubo Ángela! Estaba chateando con Tomás y tenía razón: está bueno el post para variar. Ay, cielos, estoy de acuerdo con él. Yo también odio esas palabras, ni siquiera me gusta escribirlas, me dan repeluz... pero peores me parecen las clínicas. Creo. Sí. Bueno, casi todas. En todo caso ñoño quedaba bien con pitpit, jajaja. Voy tomando apuntes para el poema erótico que me he propuesto componer, así me tome años.

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  7. Martín, pues ya ves, Ñoño es más que Ñoño.
    Juan David, qué simpáticos tus compañeros de colegio, ¿el mariguanero concluyente y el abstracto aguardientero eran amigos? Me gustaría oír esas conversaciones.
    Tomás, yo dizque había hecho un descubrimiento sobre la palabra que no debo pronunciar y ahora no sé cuál es. Entonces como no va a haber entrada, te cuento que la palabra no se refiere a la cuca sino a la vulva. Como para precisar nomás. A mí no me molesta tanto, pero también prefiero cuca. Ve, y bacano tu blog también, me hiciste reír mucho con los tres posts, especialmente el de Ensuncho. Tu última respuesta, inspiradora.
    Caro, me muero por ver ese poema. Te va a quedar buenísimo y me alegra contribuir en algo.

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  8. (El mariguanero concluyente fue en la universidad, el abstracto aguardientero en el colegio, el aguardientero es mariguanero de ocasion. No se conocen).

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  9. Muy buena disertación Ángela. Muy esclarecedora. A mí no me gusta la palabra ñoño y nunca la uso, pero debe ser porque también soy algo ñoña.
    A mí me encantan los diccionarios y paso con frecuencia por este blog, es muy bueno y por primera vez meto baza en el asunto: me parece a mí que la palabra ñoño entró en circulación, en su uso actual, a partir de los Simpson; así es como Bart califica a Lisa, a Martin, y a veces a los niños Flanders. Y creo también, como dice Juan David, que el ñoño es el nuevo güeva.
    La conclusión a la que vos llegás es linda

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  10. Pero es mucho mas poetica la expresion enchimbado. Lo que pasa es que la enchimbaridad es un estado transitorio, nadie, salvo casos muy graves ES un enchimbado, normalmente lo que se dice de alguien es que ESTA enchimbado.

    Pero hay gente que no usa bien el lenguaje, todos los sabemos, asi que no falta el ignorante que diga "deja de ser tan enchimbado", cuando lo correcto (es obvio) seria decir "deja de estar tan enchimbado".

    Es mi aporte, y perdonan la pedanteria, pero es que con la riqueza expresiva de la guevonada uno tiende a extenderse mucho en las disertaciones.

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  11. Monica, me da envidia de vos que podes citar a los Simpsons en tus analisis filologicos, yo tengo ese inmenso hueco en mi cultura, nunca me los vi.

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  12. Que pena, no es enchimbaridad, es enchimbamiento. Un millon de disculpas.

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  13. Mónica, qué bueno tenerte por acá. Buenísimo que metas baza, aunque el pobre Juan David quede en las mismas. Yo no sé nada de cuándo entró en circulación la palabra ni a cuál reemplazó, porque en Cali ni se usa y creo que no hay equivalente.
    Juan David, no jodás, ahora me vas a confundir con la enchimbareidad (me gusta más que enchimbamiento). No voy a pensar en eso, estoy muy tranquila con mis profundos descubrimientos acerca de "ñoño". Pero vale tu aclaración sobre que es un estado y no una cualidad, para los paisas que lean este blo.

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  14. Ya ves Juan David, además de ñoña, enchimbada; de tanto ver los Simpson, por más de 10 años. ¿Sabe tu erudición poética si cuando el estado de enchimbe es permanente se puede hablar, ahora sí, de ser y no de estar? Es que si uno siempre está enchimbado, ya es ¿no?

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  15. Jajaja, ve, Mónica se me olvidó decirte que yo creo que tu teoría tiene mucho sentido. Estoy de acuerdo con Bart, para mi los Flanders (papás e hijos) son el concepto "ñoño" hecho familia. Heidegger los definiría como la ñoñeidad-en-el-mundo (qué pena el apunte erudito, es que soy muy erudita, tanto en los Simpson como en Heidegger).
    Y quedé pensando en el sinónimo caleño de enchimbado y nada. Muchas gracias, Juan David.

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  16. No Monica. Supongamos que uno lleve 80 años en ese estado, eso para la ciencia no es nada, eso es una cantidad de tiempo despreciable porque la vida es un ratico. Se necesitan eras geologicas, en 80 años no, asi que mucho animo.

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  17. Para no salir de Los Simpson, ya que la cosa cogió por este lado: para mí ñoño sería el hijo del jefe de policía, que si no estoy mal se llama Rafa. Ah, bueno, Lisa también, pero sería algo así como una ñoña chévere. En todo caso, a mí la palabra me parece chistosísima; sólo oírla ya me produce una dicha la macha.

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  18. Es chistoso que la primera referencia que todos tenemos sea la del Chavo y que nadie se haya detenido a pensar en ese ñoño, en Ñoño. Él es claramente lo que es un ñoño: es un sapo, nadie quiere jugar con él porque siempre cree que sabe más que todos, es un consentido caprichoso y no tiene el más mínimo sentido del humor ni entiende los chistes de los demás.

    Sí, soy una rola y entiendo perfectamente al ñoño, desde siempre. Y sí, algo de ñoña también tengo.

    Excelente entrada.

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  19. Jejej, qué chistoso que te de dicha la palabra, Martín. A esos Simpsons no les cabe un ñoño más.
    Y Caro, tenés toda la razón con lo de Ñoño. Creo que yo no había comprendido la profundidad psicológica del personaje, lo había reducido al sapo y por eso no me satisfacía como explicación. Y creo que aportaste algo muy importante para terminar de esbozar al ñoño clásico: la total ausencia de sentido del humor. Cómo no. Gracias por volver a comentar, te extrañaba.

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  20. Cómo así... ¿cuca y vulva no son lo mismo? A mí que me esculquen.
    Ve, como ñoño es y rima con coño, los españoles pueden comenzar a gritar ¡Noño de tu madre! en las pelis. ¡Esa tía tiene un ñoño que te cagas! ¡Joder, que me digas la verdad, ñoño! Voy a usarlo como expresión de ira de ahora en adelante. ¡Gracias!

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  21. Jajajajajaj. Buenísimo.
    Pues no, no son lo mismo. Ñoño y coño son lo externo, cuca lo interno (aunque también puede incluir lo externo).

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  22. Para la maestra que pregunta, le confirmo, Cuca y Vulva, así con mayúsculas, son lo mismo, no hay por donde perderse.

    Me parece que la palabra ñoño suena como muy ñoña; pero me he divertido con todas las respuestas, es lo mejor de llegar tarde, ya otros han hecho reir al público y uno solo tiene que disfrutar la lectura.

    Salú pue.

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