28.5.09

quicio

1. m. Parte de las puertas o ventanas en que entra el espigón del quicial, y en que se mueve y gira.

23 comentarios:

  1. quicial

    1. m. Madero que asegura y afirma las puertas y ventanas por medio de pernios y bisagras, para que girando se abran y cierren.

    2. m. Quicio de puertas y ventanas.

    Muy bonito: quicio es la parte que entra en el quicial y el quicial es el quicio.

    Ya saben los que se salen de quicio y los desquiciados que el suyo es un problema de ebanistería.

    ResponderEliminar
  2. Ah, y hablando de puertas y ventanas, quiero contar un cuento que me fascina. Creo que cuando esté senil este va a ser el cuento que repita una y otra vez.
    Cuando vivía en Cali con mi mamá, en las ventanas del apartamento había anjeos. De esas mallas para que no se entren los zancudos. Pero el anjeo de la sala vivía rompiéndose y desquiciado, entonces los zancudos nos sacaban de quicio a nosotras. Un día estábamos llegando al edificio mi mamá y yo, y en el corcho donde ponen anuncios había uno que decía:

    Se arreglan anjeos.
    Marco aluminio.
    Teléfono xxxx

    Mi mamá ve el letrero y me dice: Ve, Angie, llamemos a don Marco Aluminio para que nos arregle el anjeo.

    Nos reímos como tres días después de eso.

    ResponderEliminar
  3. Propongo una definición alternativa

    Quicio: estado mental para soportar las cantaletas de una mujer.

    ResponderEliminar
  4. No entiendo que es quicio. Estuve mirando las puertas de mi casa y no vi el quicio, ¿cierto que no es un sinonimo de chapa?, por favor expliquenme cual es el quicio.

    Muy bacana la explicacion que dio Margarita de la Mica, ¿seguro que es eso?

    De verdad que tenia mucha pena, pero es cuestion simplemente de ser mas medido (aceptemoslo, yo si estaba muy canson, eso que importa).

    ResponderEliminar
  5. No, no son las chapas. Son, creo, lo que une la puerta con la pared y permite que la puerta gire. No sé si el mineral sea ese que dice Margarita, pero me gustó la idea. Y si te cansaste vos de tu comentadera pues tenés derecho a medirte, pero a mí no me molestó nunca.

    ResponderEliminar
  6. Yo creo que quicio es eso.

    Y me gusta que hable de entradas y salidas y que cuando uno está desquiciado es que no tiene filtro para controlar lo que habla... ¿sí me explico?

    De sapa quiero decir que me gustan los comentarios de Juan David también.

    ResponderEliminar
  7. Quicio, se dice de el que tiene paciencia porque o aún no sabe quién es Alvaro Uribe o porque no es hincha de Millonarios.

    ResponderEliminar
  8. Esto se nos complicó, porque lo que une a la puerta con la pared no es el quicio, sino la bisagra. Aleyandro fue el que me hizo la aclaración, solo que no puede comentar, a veces le pasa eso. Esto me mostró él:

    bisagra

    1. f. Herraje de dos piezas unidas o combinadas que, con un eje común y sujetas una a un sostén fijo y otra a la puerta o tapa, permiten el giro de estas.

    El quicio, dice él, es como el rinconcito donde se pone la bisagra. Entonces cuando a uno lo sacan de quicio es que le aflojaron la bisagra. Esta es mi parte preferida: "Este man me aflojó la bisagra, hijueputa".

    Caro, te explicas, es muy bacano pensar los estados de ánimo en términos ebanísticos o arquitectónicos. No sé qué aplica acá.
    Jajaja, Esteban, supongo que vos dejaste de ser quicio hace rato, qué pecao.

    ResponderEliminar
  9. Y acabo de caer en cuenta de que la gente a veces dice que fulanito estaba desencajado, para decir que estaba furioso. También dicen que a alguien se le zafó un tornillo, para decir que se enloqueció. Bacano ver las emociones humanas en esos términos. Si hay una parte sueltica o no muy bien encajada, se derrumba todo el sistema. También hay que saber extraer ciertos elementos con cuidado para que no se derrumbe la construcción, como jugando Jenga.

    ResponderEliminar
  10. Claro y cuando lo sacan a uno de casillas...

    ResponderEliminar
  11. Y suelo ser hincha de Millonarios, entonces ni quicio ni casillas ni nada. La bisagra totiada por ese lado.

    ResponderEliminar
  12. Me pasé todo el día tratando de comentar, ya olvidé lo que iba a poner, pero en algún momento el blogger me sacó de quicio, pero ya no, ahorita estoy tranquilo.

    Me gustó su anécdota, le voy a recomendar un blog en el que cuentan historias como la suya, es muy bacano, como dicen ustedes.

    Historias citadinasSalú pue

    ResponderEliminar
  13. Por cierto, aprendí solito a poner vínculos. Lero, lero, candelero.

    Salú pue.

    ResponderEliminar
  14. Gracias por la recomendación, don Johan. Lo estuve mirando y sí, es muy chévere. Ella en general es muy cálida y desprevenida. Me encantan ese tipo de anécdotas, es verdad. Pero tengo pésima memoria, entonces no soy buena para registrarlas. Lástima. Solo recuerdo las que son muy impresionantes, como un bisabuelo mío que se murió un día que estaba sentado en una mecedora y el pedazo de techo que estaba justo sobre su cabeza se cayó y lo mató. Esas cosas que uno no cree y en realidad pasan. Y es una ocasión para reírse de la muerte, es que parece una caricatura, nada qué hacer.
    Jajaja, muy chistoso lo de que aprendió solo, felicitaciones, yo traté de descifrarlo sola y no pude. Tan creído, pues =)

    ResponderEliminar
  15. Angela, yo le pido a mi Dios no morirme de una forma muy boba, muy vanidoso. Yo me transporto en una motico, hay veces manejo borracho, una de las cosas que me doleria es matarme borracho en una moto, esa muerte es tan estupida, me parece propia de un neardental. "¿como se murio?", "borracho en una moto", "que puta gueva".

    Otra cosa es que se le caiga a uno un techo encima, esa si es una muerte adecuada para una persona seria. En mi casa (tercer piso) una vez se cayo un pedacito de ventana (celosia) al primer piso, el señor del primer piso nos dijo que se habia salvado de milagro.

    Ese dia aseguramos las ventanas y quitamos esa celosia, no ha vuelto a caer nada de mi casa.

    ResponderEliminar
  16. No, Juan David, cómo vas a decir que mi bisabuelo tuvo una muerte de digna de alguien serio. A mí me parece una muerte ridícula. Pobre, pero así es. Yo lo único que le pido a mi dios es que no me vaya a doler mucho y que sea rápido. Nada de agonías condimentadas con descomposición consciente, por favor.

    ResponderEliminar
  17. En cambio morir en moto me parece chévere, pero que uno no se de cuenta ni esté borracho. Que sea de un totazo. Qué delicia tener moto, pero deje de andar borracho en moto, Juan David.

    ResponderEliminar
  18. Siguiendo con esta interesante tema. El dueño de la empresa donde yo trabajaba, un viejito, un patriarca. El señor estuvo en la clinica un mes, el dia que se iba a morir al cambio de turno de las enfermeras le dijo a la que lo cuidaba "hasta luego, muchas gracias por cuidarme, y rece por mi que hoy me voy a morir". Seguro que el trato de morirse en el turno de la enfermera de su simpatia, pero vio que era imposible, pero se despidio de ella. Asi me quiero morir yo. Cuando este en esas yo voy a estar muy concentrado, tratando de despedirme y de dar las gracias el dia que es.

    ResponderEliminar
  19. Mi papá también lo presintió y de alguna manera se despidió. Mi tía agonizó lentamente y fue lúcida hasta el final, aunque su cuerpo ya estaba descomponiéndose. Solo su mente seguía viva y hacía chistes. Yo quiero morir viejita, muy arrugada y sin dolor.

    ResponderEliminar
  20. El colibrí voló por luz de junio.
    Apenas suena el agua en movimiento.
    Cruzó una mosca muy modestamente.
    Poco decía, juvenil, un álamo.
    Se hallaba todo en quicio de minuto.

    Jorge Guillén

    ResponderEliminar
  21. Jose F., qué aporte más bacano. Gracias por mostrar lo bonitas que pueden llegar a ser las palabras.

    (Me gustaría poder sonreír de verdad y no con esas caras pendejas que hace uno con los signos. En realidad una sonrisa fue lo que me sacó el comentario, aunque también pensé lo que dije).

    ResponderEliminar
  22. O ANDAIME

    O tempo que eu hei sonhado
    Quantos anos foi de vida!
    Ah, quanto do meu passado
    Foi só a vida mentida
    De um futuro imaginado!

    Aqui à beira do rio
    Sossego sem ter razão.
    Este seu correr vazio
    Figura, anônimo e frio,
    A vida vivida em vão.

    A 'sp'rança que pouco alcança!
    Que desejo vale o ensejo?
    E uma bola de criança
    Sobre mais que minha 's'prança,
    Rola mais que o meu desejo.

    Ondas do rio, tão leves
    Que não sois ondas sequer,
    Horas, dias, anos, breves
    Passam - verduras ou neves
    Que o mesmo sol faz morrer.

    Gastei tudo que não tinha.
    Sou mais velho do que sou.
    A ilusão, que me mantinha,
    Só no palco era rainha:
    Despiu-se, e o reino acabou.

    Leve som das águas lentas,
    Gulosas da margem ida,
    Que lembranças sonolentas
    De esperanças nevoentas!
    Que sonhos o sonho e a vida!

    Que fiz de mim? Encontrei-me
    Quando estava já perdido.
    Impaciente deixei-me
    Como a um louco que teime
    No que lhe foi desmentido.

    Som morto das águas mansas
    Que correm por ter que ser,
    Leva não só lembranças -
    Mortas, porque hão de morrer.

    Sou já o morto futuro.
    Só um sonho me liga a mim -
    O sonho atrasado e obscuro
    Do que eu devera ser - muro
    Do meu deserto jardim.

    Ondas passadas, levai-me
    Para o alvido do mar!
    Ao que não serei legai-me,
    Que cerquei com um andaime
    A casa por fabricar.

    Fernando Pessoa

    ResponderEliminar